18 febrero, 2011

El espejo de Egipto: el lugar de Google

Sobre una nota anterior – El espejo de Egipto: desafíos culturales convergentes – recibimos un comentario de uno de nuestros habituales lectores. Se decía allí:
También creo que debemos analizar haciendo el esfuerzo de hacerlo desde el otro, porque podemos incurrir en el error conceptual de definir cuestiones que histórica y culturalmente son distintas… Porque es evidentemente distinto el concepto de democracia para un norteamericano, que para u haitiano o un egipcio.”
Tiene razón nuestro lector, no podemos opinar a la distancia sobre un fenómeno tan complejo como la rebelión popular que terminó con un régimen político con treinta años de anquilosamiento. De allí que utilicemos, desde el título, la figura del espejo para dejar claro que estamos hablando del reflejo que de la situación en el mundo árabe hacen los medios globales de comunicación.

Aunque, por cierto, Internet también brinda la posibilidad de acceder a la mirada de expertos que, como la española Amparo Tortosa, también llaman la atención sobre la emergencia del valor democracia entre los árabes: 
“Nadie puede seguir especulando a estas alturas que un islamismo oxidado o Al Qaeda están organizando entre bambalinas una revolución en los países árabes. Las manifestaciones son de carácter pacífico, desideologizadas, interclasistas, intergeneracionales, seculares y además introducen un elemento novedoso que es la utilización de los medios digitales. Ni tan siquiera claman contra Occidente o Israel, pues giran entorno a las dos reinvindicaciones más básicas que pueden hacer digno a un pueblo y a su sistema de organización social: mejoras de vida y unas libertades públicas plasmadas a través de un sistema político democrático.”
Hace ya tiempo hemos sostenido – en una ponencia accesible desde este blog – que nuestra mirada sobre Internet se propone “… un recorrido del fenómeno de las TICs desde la gestión cultural apelando a la metáfora de la luz y la sombra para tratar de captar la integralidad del fenómeno. Apelando en consecuencia a un estilo de gestión cultural más abierto a aquellos aspectos que por menos espectaculares no suelen ser parte de las agendas de las administraciones culturales.” 

Los medios globales tienen tanta luz como sombra pero también abren la posibilidad de acceder a niveles de información que eran impensables para la ciudadanía hasta hace un par de décadas. Y eso es, en sí mismo, un gran avance para la cultura humana.

También debemos aclarar que Google, Facebook , Twitter y otros similares constituyen medios de comunicación muy distintos de los tradicionales: no crean contenidos, solo una plataforma para que la gente se exprese sin importarle qué expresa la gente. Su negocio es la expresión y no el contenido; recurren a una idea que tiene ya tres décadas: hágalo usted mismo, según la formula acuñada por Alvin Tofler.

Las empresas siempre tuvieron un roll político, me parece que esto no está en discusión, ni requiere de mayor justificación. Pero en estas plataformas el roll político es clave, casi constitutivo de su foco de negocios. Esto ha sido muy claro en el lugar que ocupó Google en la crisis egipcia.

Tan así que uno de sus gerentes se convirtió en una suerte de líder popular al decir de la propia empresa
"Estamos muy, muy orgullosos de lo que Wael Ghonim ha sido capaz de hacer en Egipto", dijo Schmidt en el Congreso Mundial de la Telefonía Móvil que se celebra en Barcelona. (…)"En Egipto fueron capaces de utilizar toda un amplio panorama de tecnologías, que incluyó a Facebook, Twitter y otros instrumentos para expresar la voz del pueblo, y eso es un buen ejemplo de transparencia. Les deseamos lo mejor. He hablado con él. Estamos muy, muy orgullosos de lo que ha hecho", (…) Ghonim, responsable de marketing de Google para Oriente Medio y el Norte de Africa, creó una página en Facebook que influyó en la organización de la revuelta, que finalizó con la salida del poder del presidente egipcio Hosni Mubarak. El joven ejecutivo de 30 años también apareció en una emotiva entrevista televisiva, poco después de ser liberado por la policía tras 12 días de detención, reimpulsando la protesta justo cuando ésta parecía estar languideciendo.”
La revolución – en la mirada de Google – ya no baja de la selva ni está encabezada por míticos guerrilleros sino por un prosaico gerente de marketing de una plataforma de alcance global. No sé si Lenin hubiera reivindicado un protagonismo tan fuerte para los periódicos bolcheviques en la revolución rusa.

Tan claro es el ejemplo que el gobierno dictatorial encarcela al joven gerente de marketing pero debe liberarlo ante la presión internacional.

Pero Google también vive otras situaciones. Brasil fue campeón mundial de la censura en Google, titula el diario Clarín de Buenos Aires comentando un informe del Centro Knight y el Comité de Protección a los Periodistas (CPJ). Se dice allí: 
“… el célebre buscador fue obligado por las autoridades judiciales brasileñas a retirar 398 notas, el doble que en Libia segundo país de la lista. El grueso de esas exigencias se verifico durante el periodo de la carrera presidencial, entre junio y fines de octubre, cuando los partidos políticos tanto oficialistas como opositores accionaron la justicia electoral para demandar la retirada de circulación de informaciones.”
No es lo mismo acatar una medida judicial que resistir el encarcelamiento de su gerente de marketing, eso está claro. Pero el acento puesto por la empresa en una y otra situación no ha sido el mismo ¿Será que la política consiste en cumplir restricciones autoimpuestas?

Detrás del lugar de los medios – los tradicionales y los novísimos – está la situación sociocultural que vive el orden global.

Una nota firmada por Rosendo Fraga en el diario La Nación llama la atención sobre la enorme cantidad de jóvenes que, en el mundo, no trabajan ni estudian: 
“El segmento de los jóvenes inactivos es crucial, porque implica que se está generando una población totalmente fuera del sistema laboral y educativo. (…) Pero cabe reiterar que es un fenómeno mundial. Como se dijo, está en esta situación el 20% de los jóvenes argentinos; el 25% de los egipcios; el 50% de los que habitan la Franja de Gaza; el 16% de los italianos; y el 15% de los españoles. Se trata de un fenómeno social globalizado que está detrás de conflictos tan diversos como la rebelión en Egipto y el debate sobre la baja de la edad para la imputabilidad penal en la Argentina.”
Luces y sombras de un tiempo fascinante tan cargado de oportunidades como de amenazas. Y reflejados por un sistema global de significación capaz de inventar sus propias místicas revolucionarias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Discussão exurbitante nesta página, postagens como aqui vemos dignificam a quem quer que aparecer nesta página :/
Entrega mais de este sítio, aos teus leitores.